jueves, 4 de septiembre de 2008

El entusiasmo con lo espiritual

Una de las cosas que cada vez es más visible en las iglesias de todo el mundo y no específicamente en nuestro tipo de iglesias, es el entusiasmo con lo espiritual. Lo que hemos visto es que una gran mayoría de cristianos se encuentran buscando una experiencia espiritual con Dios. Esto no es extraño, porque la mayoría de las personas en el mundo también están buscando una experiencia espiritual. Cuando digo experiencia espiritual, lo que quiero decir es que es una manifestación física de la presencia de Dios en la que el cristiano pueda sentir el toque de Dios. Así que, terminamos teniendo un grupo de personas que están buscando sentir el Espíritu de Dios, ser tocados por Él, escuchar una voz audible, o algún tipo de experiencia que sobrepasa el dominio de los 5 sentidos. La gente quiere ser tocada por Dios.

No es algo malo necesariamente desear tener una manifestación física del poder de Dios. Jesús puede tocarnos en una manera física de vez en cuando, y debemos estar dispuestos a recibirla cuando verdaderamente viene de Dios. Al estar receptivos a la manifestación física de la presencia de Dios, debemos recordar que existen algunos peligros si vamos muy lejos en nuestro deseo de las manifestaciones físicas.

1) La primera manera en que Dios desea comunicarse contigo no es física. Es importante notar que la primera manera en que Dios desea comunicarse con nosotros no es física precisamente. Por ejemplo, si sentimos un tipo de electricidad que atraviesa nuestro cuerpo, y nos ayuda a reconocer que Dios está ahí, esa no sería necesariamente la mejor manera en que Dios quisiera mostrarnos que Él está ahí. La mejor manera en que a Él le gustaría mostrarnos que está ahí es al comunicarse con nosotros a través de un testimonio interior (Romanos 8:16 “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios”). Cuando creemos que la única manera en que Dios puede hablarnos es través de una manifestación física, entonces estamos limitando a Dios. Él desea guiarnos a través de un testimonio interior.

2) Un enfoque excesivo en ser tocado por Dios puede quitar toda acción que corresponda al creyente. Probablemente el mayor desafío para enfocarse en el toque físico de Dios, es poner toda la responsabilidad en Dios para ser escuchado y poca responsabilidad en el cristiano. Si siento algo, entonces eso es de Dios, pero si aprendo cómo ser guiado por el testimonio interior esto es una forma constante de comunicación con el Espíritu. Jesús desea que nosotros seamos responsables de escuchar Su voz.