martes, 10 de junio de 2008

Lección # 1 – “Preparándonos para nuestra jornada”

Campaña de 52 días en la Palabra de Dios
Lección # 1 – “Preparándonos para nuestra jornada”
Pastor DaRonn Washington

Introducción: Esta mañana hemos comenzado otro mandato que el Señor Jesucristo nos ha dado, al emprender nuestra campaña de 52 días en la Palabra de Dios. Uno de los propósitos de nuestra iglesia es que cada miembro tenga una base firme en la Palabra de Dios. Por esa razón, nosotros como iglesia, nos concentramos firmemente para que cada miembro de la iglesia aprenda de la Palabra de Dios y para que también la practique. En los próximos 52 días vamos a separar las reuniones de los domingos y de los jueves, para edificar ese fundamento en las personas presentes. Por otra parte, durante toda la campaña vamos a tener muchos visitantes internacionales que vendrán y nos enseñarán sobre la Palabra de Dios. Dios tiene un plan para nuestra iglesia y ese plan es que cada miembro tenga fundamento en la Palabra de Dios.

El centro de enseñanza
Al haber tenido la oportunidad para capacitar a cristianos de muchos entornos diferentes, he notado que muchos tienen una postura pasiva cuando se trata de la Palabra de Dios. Cuando digo postura pasiva, lo que quiero decir es que su postura respecto a la Palabra de Dios no es muy diferente que cuando leen el periódico de la mañana o una novela. Ellos leen la Biblia simplemente en un nivel superficial y nunca profundizan verdaderamente en lo que la Palabra de Dios ofrece. Si realmente vamos a ser la gente que Dios desea que seamos, entonces necesitaremos comenzar a poner prioridad en la Palabra de Dios y no solamente una visión superficial.

¿Qué dice la Palabra de Dios respecto a la Palabra de Dios?
Considerando que en estos 52 días estaremos hablando sobre la importancia de estudiar la Biblia, entonces debemos empezar hablando bastante de lo que la Biblia dice de sí misma. A continuación tenemos algunos versículos que nos muestran qué dice la Biblia de sí misma:

• La Palabra de Dios escrita puede prepararnos para todo lo que Dios quiere que hagamos – 2da. Timoteo 3:16-17

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.

Este pasaje nos muestra que los versículos están escritos por el mismo Dios (Dios inspirando a los hombres para escribir los versículos). También nos muestra que adhiriéndonos a la Palabra de Dios escrita, podemos ser personas completamente equipadas para cada cosa que Dios tenga para que hagamos.

• La Palabra de Dios escrita es el mismo poder de Dios entregado a nosotros – Romanos 1:16.

“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego”.

Este pasaje nos muestra que la Palabra de Dios escrita es lo más poderoso que tiene Dios para ofrecernos. Tiene el poder dinámico de presentar la salvación (el estado de ser completo) a aquellos que creen en ella.

• La Palabra de Dios escrita nos provee una imagen clara de lo que Dios desea que seamos – Santiago 1:22-25

“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace”.

Este pasaje nos muestra que la Palabra de Dios es como un espejo. Nos muestra quiénes somos y qué es lo que Dios desea de nosotros. Una vez que vemos este reflejo de quien debemos ser, entonces podemos comenzar a sujetarnos a la imagen que es descrita en la Palabra escrita de Dios.

• La Palabra de Dios escrita es lo más seguro en el universo porque es la promesa de Dios – Mateo 5:18

“Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido”.

De todas las cosas que existen y de todas las cosas que podemos ver, la Palabra de Dios es la más segura. La razón es porque es la promesa de Dios. El hombre escuchó a Dios, escribió lo que Él dijo que haría y lo que no haría. Ellos escribieron sobre quien es Él, y qué deseaba que fuéramos. Por esa razón Dios tiene un compromiso de pacto para cumplir Su palabra.

Una visión casual versus una visión agresiva de la Biblia
Como mencioné anteriormente, muchas personas sostienen una visión casual de la Biblia cuando la leen. Ellos piensan que están leyendo una historia y están desconectados al leer la Palabra de Dios. Esa es una visión muy superficial de la Palabra de Dios escrita. Lo que Dios desea es que tengamos una visión más agresiva de la Palabra de Dios. Una meta de aplicación en la que nosotros ajustemos nuestras vidas a los principios que encontramos en las palabras de la Biblia. Una de las mejores maneras que puedo explicarlo, es la parábola de las 10 vírgenes en Mateo 25:1-13. Tradicionalmente, hemos visto este pasaje como un pasaje respecto a la venida del Señor Jesucristo por Su iglesia, pero me gustaría verlo hoy desde otro punto de vista. Me gustaría verlo desde el punto de vista de la importancia que ponemos en la Palabra de Dios.

“Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir”.

En este pasaje tenemos varias vírgenes. Todos ellas se estaban preparando para la venida del novio, pero algunas adoptaron una postura activa, mientras que otras adoptaron una postura pasiva. Las que tenían una postura activa consideraron importante la venida del novio, y se prepararon para él con aceite en sus lámparas. Las otras adoptaron una postura pasiva y no se proveyeron de aceite para sus lámparas. Cuando el novio finalmente vino, las que estaban listas tuvieron su recompensa, y las que no estaban simplemente no recibieron los beneficios de estar preparadas.

Lo mismo sucede cuando se trata de la prioridad que colocas en la Palabra de Dios. Un día necesitarás responder con fe a los desafíos que la vida te da. Si has pagado el precio en la preparación, entonces serás capaz de recibir las recompensas y superar los obstáculos que la vida ofrece. Si no lo has hecho entonces vas a confrontar la derrota. El éxito o fracaso en la vida cristiana no depende de Dios necesariamente, sino depende de cuán agresivo eres para aplicar la Palabra de Dios a tu vida.

Verdades que he descubierto acerca de la Palabra de Dios

1. La Palabra de Dios ofrece respuestas para cada desafío que ofrece la vida, pero debes buscarlas – Proverbios 2:1-5.

“Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti.
Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la prudencia, si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios”.

La Palabra de Dios ofrece respuestas, pero muchas veces no están en la superficie. Una persona tendrá que aplicarlas personalmente si verdaderamente desea aprender del Padre.

2. La Palabra de Dios ofrece respuestas, pero solo si tú cumples activamente lo que te pide hacer – Deuteronomio 28:1-2.

“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios”.

Existen condiciones en la Palabra de Dios. El problema es que la mayoría de las veces la gente quiere los beneficios y no tener que hacer la acción correspondiente. Dios se compromete a hacer lo que Él dice que hará, si hacemos lo que Él nos dice que hagamos.

3. La Palabra de Dios ofrece respuestas, pero solo de acuerdo a la manera de Dios – Mateo 11:29-30.

“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”.

Tantas veces la gente no puede recibir de la Palabra de Dios porque no hace las cosas de acuerdo a la manera de Dios. El resultado es que erróneamente piensan que la Palabra de Dios no obra. La Palabra de Dios obra, pero sólo si haces cosas a la manera de Dios. Él se ha comprometido a cumplir Su promesa si hacemos las cosas de la manera que Él las ha prescrito. Si no hacemos las cosas en la manera en que Él las prescribe, no podemos esperar recibir lo que Él promete.

Nuestra jornada para los próximos 52 días
En los próximos 52 días tomaremos parte en una jornada. Cuando comencemos nuestra jornada, es importante que tengamos en cuenta el propósito de nuestra jornada y las cosas que estamos esperando rescatar a lo largo del camino. Si comenzamos con el final en mente, existe una mayor posibilidad de que vamos a rescatar todo lo que necesitamos cuando estemos recorriendo la jornada.

Una visión personal de la Palabra de Dios escrita – Santiago 1:22-26 – La primera cosa que estaremos buscando rescatar en el transcurso de nuestra jornada de 52 días en la Palabra de Dios, es una visión personal de la Palabra de Dios escrita. Nuestro propósito no es simplemente leer o inclusive estudiar la Palabra de Dios. Nuestro propósito es vernos a nosotros mismos en las Escrituras como actores en el escenario. El propósito final es que cuando leamos la Palabra de Dios, sea como si Jesús nos estuviera apuntando directamente con Su dedo. Es tener más fe en la palabra de Dios escrita, que si viéramos una manifestación física.

Una visión aplicable de la Palabra de Dios escrita – Santiago 1:22 – La segunda cosa que estamos buscando rescatar mientras recorremos nuestra jornada, es una visión aplicable de la Biblia. El propósito de todo estudio bíblico es la aplicación, no aprender algo simplemente. Lo cierto es que no puedes aprender la Palabra de Dios hasta que estés aplicándola activamente. Nuestro propósito es que nos preparemos para responder a la Palabra de Dios escrita, de tal manera que cuando la escuchemos, la obedezcamos inmediatamente.

Una visión de reprogramación por la Palabra de Dios escrita – Romanos 12:1 – Las promesas de Dios solamente obran si lo haces a la manera de Dios. Así que una reprogramación de nuestro sistema de razonamiento y la manera en que Él responde, debe suceder para que sea capaz de recibir realmente las promesas de Dios.

Una visión devocional de la Palabra de Dios escrita - Salmo 1:1-3 – La última cosa que aspiramos rescatar a lo largo de la jornada, es una visión devocional de la Palabra de Dios. La Palabra de Dios es tan importante que requiere un ajuste diario de sus principios. Sin ese ajuste diario una persona corre el riesgo de pensar que está aplicando la Palabra de Dios, cuando realmente no lo está. Un estilo de vida devocional en la Palabra de Dios previene esto.

Conclusión: Estoy emocionado de emprender esta jornada de 52 días en la Palabra de Dios, porque puedo ver que al final de nuestra jornada muchos de nuestros miembros desarrollarán un gran amor por la Palabra de Dios escrita. Haz tu mejor esfuerzo para aprovechar de la campaña y serás un cristiano fortalecido gracias a esto, en 52 días.

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