viernes, 21 de marzo de 2008

Amando a un Dios costoso

Amando a Dios por quién es Él
“8 Revelaciones que van a desafiar su concepto de quién es el Padre”
Lección # 6 – Amando a un Dios costoso – Dietrich Bonhoeffer

Introducción: Durante las últimas semanas hemos visto varias personas en la historia de la iglesia con el fin de aprender cómo amar a Dios como Él es. La semana pasada hemos visto a la Madre Teresa y como ella aprendió a amar a Dios cuando Él es aparentemente frustrante. En esta lección vamos a ver a otro de mis héroes de la fe, Dietrich Bonhoeffer, quien descubrió cómo amar a un Dios costoso.

Breve historia de Bonhoeffer
Dietrich Bonhoeffer (4 de Febrero, 1906 – 9 de Abril, 1945) era un pastor luterano alemán, teólogo, participante en el movimiento de Resistencia Alemana en contra del Nazismo, y un miembro fundador de la Confessing Church (Iglesia de la confesión). Estuvo involucrado en complots planeados por miembros del Abwehr (El Departamento Militar Alemán de Inteligencia) para asesinar a Adolfo Hitler. Fue arrestado en marzo de 1943, puesto en prisión, y ahorcado justo antes del fin de la Segunda Guerra Mundial.

Familia y juventud
Bonhoeffer nació en Breslau, Silesia en una familia profesional de la clase media alta. Él y su hermana Sabine eran gemelos siendo los sextos y séptimos de ocho hijos. Su hermano Walter murió durante la Primera Guerra Mundial. Su hermana estaba casada con Hans von Dohnanyi y era la madre del director Christoph von Dohnanyi y del último alcalde de Hamburgo, Klaus von Dohnanyi. Su padre, Kart Bonhoeffer, era un prominente psiquiatra alemán en Berlín; su madre, Paula, condujo la enseñanza escolar de los niños en la casa. Aunque inicialmente se esperaba que él siguiera a su padre en el área de la psicología, Dietrich decidió a temprana edad ser un ministro religioso. Sus padres apoyaron su decisión. Asistió a la facultad en Tubingen y posteriormente a la Universidad de Berlín, donde recibió su doctorado en teología a la edad de solamente 21 años. Como Dietrich entonces tenía menos de 25 años (por regulaciones de la iglesia), no estaba apto para recibir la ordenación. Esto, sin embargo, le dio a Dietrich la oportunidad de salir al exterior. Pasó un año de post grado en el exterior estudiando en el Seminario Teológico Unión en la Ciudad de Nueva York. Durante este tiempo, a menudo visitaba la Iglesia Bautista Abyssinian en Harlem, donde se familiarizó con la forma musical que los etnomusicólogos llaman el Espiritual Afro-Americano. El reunió una considerable colección de estos espirituales, que llevó consigo cuando regresó a Alemania.

Retorno a Alemania
Bonhoeffer retornó a Alemania en 1931, donde enseñó sobre teología en Berlín y escribió varios libros. Fue un fuerte oponente del Nazismo, y estuvo involucrado junto a Martin Niemoller, Kart Barth y otros, en establecer la Iglesia de la confesión. Entre 1933 y 1935, sirvió como pastor de dos iglesias protestantes de lengua alemana en Londres: San Pablo y Sydenham. También visitó India en este tiempo para estudiar métodos no violentos de resistencia. Regresó a Alemania para dirigir un seminario para pastores de la Iglesia de la confesión, la cual era considerado ilegal por el régimen Nazi, primero en Finkenwalde y luego en el estado Von Blumenthal de Gross Schlonwitz, que fue cerrado al estallar la Segunda Guerra Mundial. La Gestapo también le prohibió predicar, luego enseñar, y finalmente cualquier tipo de disertación pública. Durante este tiempo, Bonhoeffer trabajó de cerca con numerosos oponentes de Adolfo Hitler.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Bonhoeffer jugó un rol clave de liderazgo en la Iglesia de la confesión, que se oponía a las políticas antisemitas de Adolfo Hitler. Él estuvo entre aquellos que pedían una mayor resistencia de la iglesia contra el trato de Hitler a los judíos. A pesar de que la Iglesia de la confesión no era grande, representaba un gran recurso de oposición cristiana contra el gobierno Nazi en Alemania.

En 1939, Bonhoeffer se unió a un grupo secreto de oficiales militares de alto rango, con base en Abwehr, o el Departamento de Inteligencia Militar, que quería derrocar al régimen Socialista Nacional asesinando a Hitler. Fue arrestado en abril de 1943 después de que se le atribuyó el uso de dinero para ayudar a judíos a huir a Suiza. Fue acusado de conspiración y encarcelado en Berlín por un año y medio. Después del fracaso del complot del 20 de julio en 1944, las conexiones de Bonhoeffer con los conspiradores fueron descubiertas. Fue trasladado a una serie de prisiones y campos de concentración terminando en Flossenburg. Aquí, fue ejecutado en la horca el amanecer del 9 de abril de 1945, sólo tres semanas antes de la liberación de la ciudad. También fueron colgados por tener parte en la conspiración, su hermano Klaus y sus cuñados Hans von Dohnanyi y Rudiger Schleicher.

El mártir Dietrich Bonhoeffer
Dietrich mismo fue un mártir muchas veces antes de morir. Él fue uno de los primeros y también uno de los más valientes testigos en contra de la idolatría. El comprendió lo que eligió al elegir la resistencia. Los escritos de Bonhoeffer han hablado abundantemente por muchos años al cuerpo de Cristo alrededor del mundo en el área de pagar el precio por ser un discípulo de Cristo. En su vida, escritos y muerte, él fue un ejemplo de un amor por Jesús que no defrauda.

Algunas citas de Bonhoeffer
Antes de continuar me gustaría dar una mirada a algunas citas de Bonhoeffer para tener una mayor comprensión de su relación con Dios.

“Un acto de obediencia es mejor que cien sermones”

“Sobrellevar la cruz no es una tragedia; lo es el sufrimiento que es el fruto de una
dedicación exclusiva a Jesucristo”

“Negarse a sí mismo es tener conciencia solo de Cristo y no de uno mismo,
verle solo a Él quien va adelante en el camino que es muy difícil para nosotros”

Algunos puntos sobre los conceptos de Bonhoeffer respecto a Dios y la vida

Es importante notar que para Dietrich Bonhoeffer el seguir a Cristo significaba mucho más que lo que es para muchos cristianos hoy en día, porque estaba asociado estrechamente con pagar un precio. Él escribió algunos de sus escritos más notables cuando estaba en un campo de concentración Nazi. La mayor parte de su ministerio cristiano fue llevado a cabo cuando el régimen de Hitler le prohibió predicar, enseñar o ministrar. Finalmente su lealtad a Cristo le costaría la vida siendo colgado el 9 de abril de 1945. A continuación se señalan algunas observaciones respecto a los conceptos de Bonhoeffer sobre Dios y la vida.

• El seguir a Cristo es el proceso de morir completamente a uno, y vivir completamente para los propósitos de Cristo. Probablemente una de las mejores citas que haya escuchado acerca del costo de ser fiel a Cristo es aquella dicha por Bonhoeffer.

“Cuando Cristo llama a un hombre, Él le ordena venir y morir”.

Para él, servir a Cristo no fue una decisión casual. El servir a Cristo significaba un lento proceso de morir a sus propios deseos carnales y vivir para Dios cada día.

• El seguir a Cristo es un camino que guía a la persona directamente hacia la Cruz. Durante el tiempo de Jesús, la cruz tenía un significado diferente del actual. En la actualidad, la cruz es una pieza de joyería que la gente usa, o una decoración que cuelga en sus paredes. Durante el tiempo de Jesús la cruz solo representaba una cosa: la muerte. La cruz era un instrumento de muerte y dolor. Todo el que la hubo enfrentado fue sentenciado a una muerte segura.

“La cruz está puesta en cada cristiano. Comienza con el llamado para abandonar los afanes del este mundo. Es ese morir del viejo hombre lo que significa su encuentro con Cristo. Al embarcarnos en el discipulado nos rendimos a Cristo en unión con Su muerte – entregamos nuestras vidas para morir. En vista de que esto sucede al comienzo de la vida cristiana, la cruz nunca puede ser meramente un final trágico a lo que de otro modo sería una feliz vida religiosa. Cuando Cristo llama a un hombre, Él le ordena venir y morir. Puede ser una muerte como la de los primeros discípulos que tuvieron que dejar su casa y trabajo y seguirle a Él, o puede ser una muerte como la de Lutero, que tuvo que dejar el monasterio y salir al mundo. Pero es la misma muerte cada vez –la muerte en Jesucristo, la muerte del viejo hombre a Su llamado. Es por eso que el joven rico estaba tan reacio a seguir a Jesús, porque el costo de seguirle era la muerte de su voluntad. De hecho, cada mandamiento de Jesús es un llamado para morir, con todos nuestros deseos y afanes. Pero no queremos morir, y por tanto Jesucristo y Su llamado son necesariamente nuestra muerte y nuestra vida”.

Para Bonhoeffer la cruz representaba morir a sí mismo y la crucifixión de la carne. El lento proceso de la muerte de cada cosa que no era completamente leal a Dios.

• El seguir a Cristo es el resultado de calcular los costos con anticipación, estar dispuesto a pagar el precio de obedecerle a Él, y cuando el tiempo venga, pagar ese precio. Muchas veces me pregunto qué hubieran dicho creyentes como Bonhoeffer sobre la expresión del cristianismo en la actualidad. En general, el cristianismo en todo el mundo ha sido reducido a conseguir las cosas de la vida que uno desea. Así que Jesús se convierte en una especie de Padre Navidad o Papá Noel que le otorga a usted lo que su corazón desea. El mayor problema con este tipo de creencia es que elimina de la ecuación el precio que uno debe pagar por ser un discípulo de Cristo. El cristianismo es libre pero no es barato. Es un regalo gratuito que le cuesta su vida. El cristianismo sin sacrificio no es cristianismo, es simplemente una forma falsificada que deja un mal sabor en nuestra boca.

Amando a un Dios costoso
Uno de los mejores pasajes Bíblicos que hablan acerca de servir a un Dios costoso puede ser encontrado en Lucas 14:27-35. Este pasaje de las Escrituras nos muestra que un constructor sabio va a calcular el costo antes de ponerse a edificar.

Lucas 14: 25-35
“Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él. Diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz. Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. Buena es la sal; mas si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará? Ni para la tierra ni para el muladar es útil; la arrojan fuera. El que tiene oídos para oír, oiga”.

Este pasaje de las Escrituras nos muestra una serie de aspectos en cuanto a servir a un Dios costoso.

• La vida cristiana es un intercambio total. Intercambiamos todo lo que somos por todo lo que es Cristo. Esto requiere que una persona se siente y evalúe claramente los costos que se requieren, de manera que cuando llegue el tiempo para pagar el precio esté dispuesto a hacerlo.

• Le pertenecemos a Él ahora y Él tiene completo control sobre toda nuestra vida. Muchas personas piensan que la vida cristiana es más como una póliza de seguro de vida que comienza después de que la persona muere, pero la verdad del asunto es que ahora estamos viviendo en la eternidad. El propósito entonces no es necesariamente morir por Cristo —si ese día llega, debiéramos estar dispuestos a hacerlo—, sino vivir para Cristo, lo que muchas veces es más difícil.

Como cristianos debemos calcular el costo total de buscar al Padre con todo nuestro corazón y estar dispuestos a sacrificarnos si es necesario. Aunque no es posible calcular todo el costo de seguir a Cristo, podemos estimar algunos de los costos. Estos costos incluyen:

1. El costo de la dificultad. Filipenses 4:12-13 “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. – La preocupación número uno de Dios no es si usted está cómodo en su caminar cristiano. En realidad, Su propósito muchas veces es ponerlo en una situación en la cual no esté cómodo de modo que pueda crecer. Si está constantemente buscando la manera más cómoda de servir a Dios, siempre va a tener problemas sirviendo a Dios.

2. El costo de nuestra vida. Mateo 10:39 “El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará”.- Cada día requiere que demos nuestras vidas por los demás de alguna manera u otra, pero si llega el día en que necesite entregar su vida por la expansión del Evangelio, Cristo está esperando que lo haga.

3. El costo de nuestra prioridad. Mateo 6:33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.- Existe un precio que uno debe pagar continuamente para mantener a Cristo en el trono de nuestras vidas. Dios no quiere que haya ninguna otra prioridad en la vida de Sus hijos que sea más alta que Él.

4. El costo de los continuos sacrificios. Romanos 12:1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”. – Uno de los pasajes menos comprendidos de la Biblia, es Romanos 12:1, en el cual se nos manda vivir una vida de sacrificio. Esto significa que el mundo nos va a conocer no solamente por nuestro amor, sino por nuestros sacrificios para los propósitos de Dios. Nunca vamos a dejar de sacrificarnos porque el sacrificio es la definición del cristianismo.

5. El costo de crucificar la carne. Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. Mientras permanezcamos en esta tierra vamos a estar en una batalla constante con nuestra carne. Es tan parte nuestra como lo es la parte que ama hacer las cosas para Dios (nuestro espíritu). La Biblia nos muestra que hay solo un camino para lidiar con la carne y es crucificándola. Así que, en otras palabras, siempre vamos a estar en un proceso de morir.

Cómo amar a un Dios costoso
Luego de haber estudiado el tema de amar a un Dios costoso y la vida de Dietrich Bonhoeffer, he descubierto algunas cosas que pienso que van a ayudarle a amar a un Dios costoso.

1. Haga que su propósito a largo plazo sea amar a Dios y pague el precio de la dificultad momentánea. Cuando se trata de evaluar el costo del discipulado, hay una evaluación natural que toma lugar, en la cual la persona evalúa si la dificultad momentánea del sacrificio vale la pena por los resultados de largo plazo aparentes de una relación con Dios. Quiero animarle a ver que lo que Dios tiene guardado para usted es infinitamente mayor que el precio que usted tenga que pagar. Sí, va a doler, pero pague el precio.

2. No pida lo que su Dios puede hacer por usted, sino pregunte qué es lo que usted puede hacer por su Dios. No cometa el error que muchos cristianos cometen, y hágase la pregunta de su vida cristiana sobre lo que usted puede recibir de Dios. Si, servir a Cristo va a producir los frutos de bendiciones en su vida, pero no haga de eso su propósito. Permita que el honrar y obedecer a Dios sea su propósito. Las bendiciones van a venir de manera natural para aquellos que tienen como prioridad el obedecer a Dios.

3. Comprenda que la semilla del sacrificio tiene muy poco que ver con su desarrollo personal, sino todo que ver con el desarrollo de los demás. No nos sacrificamos porque va a mejorar nuestra situación personal. Muchas veces eso no sucede. Nos sacrificamos porque así mejoramos la situación de los demás. Podría decir que casi el 90% del tiempo que experimentamos dificultad por causa del evangelio es porque en algún momento futuro esto beneficiará a los demás. Estoy dispuesto a experimentar dificultades si va a beneficiar a los demás.

4. Evalúe el precio que tiene que pagar comparándolo con el precio que Jesús tuvo que pagar. Finalmente le sugiero que mida su propio sacrificio con el sacrificio que Jesús ha hecho por nosotros. Cuando vemos nuestra dificultad momentánea en comparación al precio eterno que Jesús pagó, esto nos mantiene humildes, agradecidos y dispuestos a pagar nuestro precio.

Para concluir, doy esta advertencia
Hemos hablado mucho en cuanto a pagar el precio de amar a un Dios costoso, pero quiero aclarar que no es saludable buscar intencionalmente sufrir por el solo hecho de hacerlo. Buscamos agradar a Dios. Si esto nos lleva por el camino del sacrificio, entonces debiéramos estar dispuestos a pagar el precio pero en sabiduría. El cristiano maduro debe tener la capacidad de ver la diferencia entre las dificultades que son para la expansión del evangelio, y cuando son debido al diablo o a nuestras propias malas decisiones.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Amando a un Dios celoso: Blas Pascal

Introducción: Durante las últimas semanas hemos visto a varias personas en la historia de la iglesia, con el fin de aprender a amar a Dios como Él es. La semana pasada hemos dado una buena mirada a la Madre Teresa y como ella aprendió a amar a Dios siendo Él aparentemente frustrante. En esta lección vamos a ver a otro de mis héroes de la fe, Blas Pascal, y la manera en la que descubrió cómo amar a un Dios celoso.

Una breve historia de Pascal
Blas Pascal, era un filósofo francés, matemático, y físico, considerado como una de las mentes más grandes en la historia intelectual de occidente. Fue inventor de la primera máquina sumadora o calculadora mecánica. Nació en Clermont-Ferrand el 19 de junio de 1623, y su familia se estableció en País en 1629. Bajo la tutela de su padre, Pascal muy temprano probó ser un matemático prodigio, y a la edad de 16 años él formuló uno de los teoremas básicos de la geometría proyectiva, conocido como el teorema de Pascal y descrito en su Essai pour les coniques (Ensayo sobre Cónicos, 1639).

En 1642 inventó la primera máquina calculadora. Pascal probó en 1648, a través de la experimentación, que el nivel de la columna de mercurio en un barómetro está determinado por el incremento o disminución en la presión atmosférica circundante en lugar de ser por un vacío, como se creía anteriormente. Este descubrimiento verificó la hipótesis del físico italiano Evangelista Torricelli concerniente al efecto de presión atmosférica en el equilibrio de líquidos. Seis años más tarde, juntamente con el matemático francés Pierre de Fermat, Pascal formuló la teoría matemática de probabilidad, la cual ha llegado a ser importante en campos como el notarial, el matemático, y las estadísticas sociales y como un elemento fundamental en los cálculos de la física teórica moderna.

Pascal adoptó el Jansenismo y en 1654 ingresó a la comunidad Jansenista en Port Royal, donde llevó una vida ascética rigorosa hasta su muerte ocho años más tarde. En 1656 escribió las 18 famosas Lettres provinciales (Cartas Provinciales) en las cuales atacaba a los Jesuitas por su intento de reconciliar el naturalismo del siglo 16 con el Catolicismo Romano ortodoxo.

Su declaración religiosa más positiva apareció después de su muerte (murió el 19 de agosto de 1662); fue publicada en forma fragmentada en 1670 como Apologie de la religión Chrétienne (Apología de la religión cristiana). En estos fragmentos, que más tarde fueron incorporados a su más grande obra, Pascal planteaba las alternativas de potencial salvación y condenación eterna, con la implicación de que sólo por la conversión al Jansenismo podría ser alcanzada la salvación. Pascal sostuvo que ya sea que la salvación fuera alcanzada o no, el destino final de la humanidad es una vida después de la vida, perteneciendo a un entorno sobrenatural que solamente puede ser conocido de manera intuitiva. El trabajo final más importante de Pascal fue Pensées sur la religión et sur vuelques autres sujets (Pensamientos sobre la religión y sobre otros temas), también publicado en 1670. En este libro, Pascal intentó explicar y justificar las dificultades de la vida humana por la doctrina del pecado original, y él debatía que la revelación puede ser comprendida solamente por fe, la cual a su vez es justificada por revelación.
Los escritos de Pascal que urgen la aceptación de la vida cristiana contienen frecuentes aplicaciones de los cálculos de probabilidad; él argüía que el valor de la felicidad eterna es infinito y que aunque la probabilidad de ganar tal felicidad a través de la religión sea pequeña, es infinitamente mayor que ningún otro medio de conducta humana o creencia. Una reclasificación del Pensées, un cuidadoso trabajo comenzó en 1935 y continuó por varios eruditos, no reconstruye la Apologie, pero permite que el lector siga el plan que el mismo Pascal habría seguido.

Pascal era uno de los más eminentes matemáticos y físicos de sus días y uno de los más grandes escritores místicos en la literatura cristiana. Sus obras religiosas son personales en su especulación de temas que están más allá de la comprensión humana. Es generalmente clasificado entre los mejores polémicos franceses, especialmente en las Lettres provinciales, un clásico de la literatura irónica. La prosa de Pascal es notoria por su originalidad y, en particular, por su total carencia de artificio. Él afecta a sus lectores mediante la lógica y la fuerza apasionada de su dialéctica.

Algunas citas de Pascal
Antes de continuar me gustaría dar una mirada a algunas citas de Pascal para conocer más profundamente su relación con Dios.

“Que otra cosa proclama este anhelo e impotencia
sino que existía una vez en el hombre la verdadera felicidad,
de la cual todo lo que ahora queda es la huella y rastros.
Esto él trata en vano de llenar con todo lo que está a su alrededor,
buscando en las cosas que no están ahí la ayuda que no puede encontrar
en aquellas que están, aunque nada puede ayudar, puesto que este infinito abismo
solo puede ser llenado con un objeto infinito e inmutable;
en otras palabras, por el mismo Dios”.

“Los hombres desechan la religión. La odian y tienen temor de que sea verdad”.

“Usted siempre admira lo que no comprende realmente”.

“Todas las miserias del hombre derivan de no ser capaces de sentarse solos en una habitación silenciosa”.

“No solo conocemos a Dios únicamente por Jesucristo, sino que nos conocemos a nosotros mismos únicamente por Jesucristo. Conocemos la vida y la muerte solo a través de Jesucristo. Apartados de Jesucristo no sabemos qué es nuestra vida, tampoco nuestra muerte, ni quién es Dios, ni quiénes somos nosotros”.

¿Se contradicen la fe y la ciencia?
Pascal se enfrentó con la pregunta que muchos de nosotros nos enfrentamos hoy: “¿La fe y la ciencia se contradicen entre sí?” Hay mucha gente que cree que la ciencia y la fe son incompatibles y que no pueden ser mezcladas, mientras que existen otros grupos que creen que la fe puede explicar la ciencia. Ya que Pascal era un cristiano devoto, como también un científico excepcional, desarrolló su propia visión sobre el tema, la cual nos ayuda a responder esa pregunta.

Algunas cosas respecto a los puntos de vista de Pascal sobre Dios y la vida
Es importante notar que Pascal era una persona científicamente orientada, que llegó a la conclusión de que servir a Jesús era la única cosa racional y con sentido. Él sentía que la ciencia y Dios no estaban en conflicto uno con otro sino que trabajaban mano a mano. He aquí algunas observaciones:

• La ciencia y Dios no están en conflicto uno con el otro sino que trabajan mano a mano. Pascal creía que la ciencia y Dios trabajaban mano a mano; la ciencia explicando lo que podía ser explicado y Dios explicando lo que no podía ser explicado mediante un microscopio. Él declaró que había una verdad que la mente no comprendía, pero sí el corazón.

“El corazón tiene razones que la mente no conoce”
.
• Una visión lógica de la búsqueda de un significado va a guiar a una persona de manera natural hacia Cristo. Desde una revisión lógica de los hechos, Pascal llegó a la conclusión de que Jesús era la única respuesta con sentido al significado de la vida.

“Si Dios no existe, uno no va a perder nada por creer en Él, mientras que si existe, uno va a perder todo por no creer”.

• Existe un anhelo dentro del corazón de cada hombre que fue hecho para ser satisfecho por Dios. Una de las citas más famosas de Pascal tiene que ver con el vacío formado por Dios en el corazón de cada hombre que solo Dios puede llenar.

“Que otra cosa proclama este anhelo e impotencia
sino que existía una vez en el hombre la verdadera felicidad,
de la cual todo lo que ahora queda es la huella y rastros.
Esto él trata en vano de llenar con todo lo que está a su alrededor,
buscando en las cosas que no están ahí la ayuda que no puede encontrar
en aquellas que están, aunque nada puede ayudar, puesto que este infinito abismo
solo puede ser llenado con un objeto infinito e inmutable;
en otras palabras, por el mismo Dios”.

La lógica es que sin importar cuánto intenta un hombre buscar el significado de la vida, siempre habrá un ansia por algo más. La razón es porque Dios ha colocado dentro de cada ser humano un deseo de ser satisfecho en la vida y eso solo puede ser alcanzado por medio de Dios.

Amando a un Dios celoso
Al estudiar la vida de Pascal, no pude evitar llegar a la conclusión de que Dios es un Dios celoso. En Josué 24:19 vemos esta característica en las Escrituras. Vemos a Josué siendo confrontado con la adoración a los ídolos que realizaban los hijos de Israel. Ellos no habían tenido problema en mezclar sus dioses falsos con el verdadero Dios viviente. Josué los desafía para tomar la decisión correcta respecto a quién van a servir. Él también declara que Dios es un Dios celoso.

“Entonces Josué dijo al pueblo: No podréis servir a JEHOVÁ, porque él es Dios santo, y Dios celoso; no sufrirá vuestras rebeliones y vuestros pecados.
Si dejareis a JEHOVÁ y sirviereis a dioses ajenos, él se volverá y os hará mal, y os consumirá, después que os ha hecho bien.
El pueblo entonces dijo a Josué: No, sino que a JEHOVÁ serviremos”.

¿Qué significa que Dios es un Dios celoso? A continuación se encuentran algunas observaciones respecto a cómo Dios es un Dios celoso:

• Dios no va a compartir el afecto de su vida con nadie más o ninguna otra cosa. Un Dios celoso significa que Él no va a permitir que ninguna otra cosa sea de mayor prioridad que Él. Ya sea la familia, actividades sociales, posesiones o lo que sea. Dios no va a permitir que haya una prioridad más alta que Él. Así que eso significa que cuando algo toma Su lugar en nuestras vidas, entonces Él está dispuesto a desafiar aquello hasta ser colocado en el trono una vez más.

• Dios va a hacer las cosas difíciles para usted si no lo mantiene a Él como lo el afecto más importante de su vida. Cuando hago esta declaración es importante notar que no estoy diciendo que Él va a hacer que venga el desastre sobre usted o que va a causar enfermedad o muerte. A lo que me estoy refiriendo es que Dios va a quitar Su mano de favor de usted. Por definición, los tiempos difíciles son cuando usted tiene acceso limitado al favor de Dios. En otras palabras usted está haciendo cosas sin la intervención de Dios. Sería mejor pensar en ello no como si Dios estuviera quitando Su mano de favor de usted, sino que usted está apartándose de Su paraguas de favor y se está colocando en peligro de destrucción.

• Dios ha designado satisfacción plena en la vida para quienes buscan una relación más profunda con Él. Pareciera que el mundo entero está buscando satisfacción. Los estudiantes van a la universidad para estar más satisfechos. La gente cambia de trabajo para tener más satisfacción. Otros buscan cosas con la esperanza de estar más satisfechos. Dios ha colocado ese deseo en cada ser humano. Él también lo ha establecido de tal manera que esa sed de satisfacción sólo pueda ser llenada por una profunda exploración de quién es Cristo. Cualquier otra búsqueda solo será temporal y frustrante.

La revelación que nos trajo Pascal
Una vez más nuestra meta para estudiar a estos pioneros en la historia de la iglesia local es para que podamos aprender de ellos y así fortalecer nuestra propia búsqueda de Dios. He aquí algunas de mis observaciones después de estudiar la vida de Pascal.

• Cada ser humano está en búsqueda de algo para llenar el eterno vacío en su ser. Dios ha colocado ese vacío en ellos. Todos están en una búsqueda.
• La mayoría de la gente quiere encontrar otras maneras de llenar ese vacío buscando soluciones temporales para satisfacer esa ansia interna. La satisfacción nunca podrá ser alcanzada mirando afuera. Solo puede ser alcanzada al encontrar algo que es más de lo que podemos percibir con nuestros cinco sentidos limitados.
• Solamente al rendirnos cada uno al plan de Dios, podemos comenzar a satisfacer ese eterno anhelo. El rendirnos completamente al plan de Dios es el comienzo de la vida. Hasta que uno haga eso, no ha comenzado verdaderamente a vivir.

Pasos para complacer a un Dios celoso
A continuación se indican algunos pasos para complacer a un Dios celoso que le ayudarán a vivir los principios que estamos aprendiendo en esta lección.

1. Tome una decisión lógica con todo su corazón de que Dios es real. Hebreos 11:6 nos muestra de que es imposible agradar a Dios si no creemos que Él existe. A fin de agradar a un Dios celoso debemos primeramente creer que Él existe y que está interesado en nuestras vidas. Usted no puede conocer a un Dios del que no cree que es real y que está interesado en su vida.

2. Dé el próximo paso y establezca que el plan de Dios para su vida es el plan para su vida. Dios tiene un plan para su vida. El propósito en el cristianismo no es simplemente descubrir cuál es el plan de Dios para su vida, sino también hacer que ese plan sea su plan. Es necesario que suceda una transformación en el cual Sus planes se conviertan en los planes suyos. Esto no puede suceder sin rendir nuestra propia voluntad en el altar.

3. Comience a hacer los sacrificios necesarios para vivir ese plan. Note que en el reino de Dios nada ha sucedido sin sacrificio. Eso significa que si vamos a complacer a un Dios celoso vamos a tener que hacer algunos sacrificios. El crecer en nuestra relación con Dios es identificar cuales son esos sacrificios y comenzar a hacerlos.

Conclusión: Dios considera a la persona como una de Sus más importantes posesiones y desea que su vida entera esté conectada con Él. En ese sentido, Él es un Dios celoso porque el hombre fue creado para caminar con Dios.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Amando a un Dios de confusión

Amando a Dios por quién es Él
“8 Revelaciones que cambiarán su concepto de quién es el Padre”
Lección #4: Amando a un Dios de confusión
Introducción: Desde hace algunas semanas atrás que continuamos con nuestro estudio de las 8 revelaciones que cambiarán nuestro concepto de quién es el Padre, al mirar a otra persona en la historia de la iglesia, el teólogo danés Soren Kierkegaard. Hemos aprendido que Kierkegaard aprendió que Dios es un Dios que nos obliga a ser nosotros mismos. Mientras más te acercas a Él, más profundamente avanzarás en el proceso de autodescubrirte y convertirte en la persona que Dios quiere que seas. Ahora vamos a ver a otra persona en la historia de la iglesia, la Madre Teresa, y vamos a encontrar la revelación que ella descubrió al amar a un Dios de confusión.

Un poco de historia acerca de la Madre Teresa
Agnes Gonxha Bojaxhiu nació el 26 de Agosto de 1910, en Skopje, actualmente lo que es la República de Macedonia. Era la menor de los hijos de una familia albanesa de Shkoder, Nikola y Drane Bojaxhiu. Nikola, su padre, estaba involucrado en la política y dedicado a la Causa Albanesa. Después de una reunión política él cayó enfermo y murió cuando Agnes tenía alrededor de ocho años. Después de la muerte de su padre, su madre la educó como católica romana. De acuerdo a una biografía de Joan Graff Clucas, en sus primeros años Agnes estaba fascinada por historias de la vida y servicio de misioneros, y a la edad de 12 años estaba convencida de que debía entregarse a la vida religiosa. Dejó su hogar a los 18 años para unirse a las Hermanas de Loreto como misionera. Nunca más vio a su madre ni a su hermana.

Agnes inicialmente fue a la Abadía de Loreto en Rathfarnham, Irlanda para aprender inglés, el idioma que las Hermanas de Loreto usaban para enseñar en la escuela a los niños de la India. Llegó a la India en 1929, y comenzó su noviciado en Darjeeling, cerca de las montañas del Himalaya. Tomó sus primeros votos religiosos como monja el 24 de Mayo de 1931. En esa oportunidad ella escogió el nombre de Teresa por Santa Teresa de Lisieux, la santa patrona de los misioneros. Ella tomó sus votos solemnes el 14 de Mayo de 1937, mientras servía como profesora en la escuela del convento de Loreto, al este de Calcuta.

Aunque Teresa disfrutaba enseñando en la escuela, ella estaba cada vez más perturbada por la pobreza que le rodeaba en Calcuta. Una hambruna en 1943 trajo miseria y muerte a la ciudad; y el estallido de la violencia Indo/Musulmana en agosto de 1946 sumergió a la ciudad en la desesperación y el horror.

La llamada dentro de la llamada
El 10 de Septiembre de 1946, Teresa experimentó lo que más tarde describió como “la llamada dentro de la llamada” cuando estaba viajando al convento de Loreto en Darjeeling para su retiro anual.

“Tenía que dejar el convento y ayudar a los pobres viviendo con ellos. Era una orden. El no obedecer hubiera sido quebrantar la fe”.

Comenzó su trabajo misionero con los pobres en 1948, reemplazando su hábito tradicional de Loreto con una simple chira de algodón decorada con un ribete azul, y luego aventurándose en los barrios bajos. Inicialmente comenzó una escuela en Motijhil; y en poco tiempo se dedicó a atender las necesidades de los destituidos y hambrientos. Sus esfuerzos rápidamente captaron la atención de miembros del gobierno de la India, incluyendo el Primer Ministro, quien expresó su aprecio.

Aunque Teresa estaba haciendo lo que ella creía que era la voluntad de Dios, su primer año estuvo plagado de dificultades. No tenía ingresos y tuvo que recurrir a mendigar alimento y suministros. Teresa experimentó la duda, soledad y la tentación de regresar a la comodidad de la vida del convento durante estos primeros meses.

“Nuestro Señor quiere que yo sea una monja libre cubierta con la pobreza de la cruz. Hoy aprendí una buena lección. La pobreza de los pobres debe ser tan difícil para ellos. Mientras buscaba una casa caminé y caminé hasta que mis brazos y piernas me dolieron. Pensé en cuanto les debe doler a ellos el cuerpo y el alma al buscar un hogar, alimento y salud. Luego la comodidad de Loreto (su anterior orden) vino a tentarme. ‘Solo tienes que decir la palabra y todo eso será tuyo nuevamente’, continuó diciendo el tentador…Por libre elección, mi Dios, y por amor a ti, deseo permanecer y hacer lo que esté en tu Santa voluntad por mi parte. No dejé caer una sola lágrima”.

Teresa recibió el permiso del Vaticano el 7 de Octubre de 1950 para comenzar la congregación diocesana que se convertiría en las Misioneras de la Caridad. Su misión era la de cuidar, en sus propias palabras:

“a los hambrientos, los desnudos, los que no tienen hogar, los lisiados, los leprosos, todos aquellos que se sientan despreciados, no amados, abandonados por la sociedad en general, la gente que se ha convertido en una carga para la sociedad y que es evitada por todos”.

Comenzó como una pequeña orden con 13 miembros en Calcuta; en la actualidad tiene más de 4.000 monjas dirigiendo orfanatos, hospicios de SIDA, y centros de caridad en todo el mundo, y cuidando a los refugiados, los ciegos, discapacitados, ancianos, alcohólicos, los pobres y sin hogar, y las víctimas de inundaciones, epidemias y hambruna. En 1952 la Madre Teresa inauguró el primer Hogar para los Moribundos en un espacio cedido por la ciudad de Calcuta. Con la ayuda de oficiales del gobierno de la India ella convirtió un templo Hindú abandonado en el Hogar Kalighat para los Moribundos, un hospedaje gratis para los pobres. Ella lo rebautizó Kalighat, el Hogar del Corazón Puro (Nirmal Hriday). Aquellos que eran traídos al hogar recibían atención médica y se les permitía la oportunidad de morir con dignidad, de acuerdo a los rituales de su fe; a los musulmanes se les leía el Corán, los hindús recibían agua del Ganges, y los católicos recibían la Extremaunción. “Una muerte bella”, decía ella, “es para la gente que vivió como animal para morir como ángel: amada y querida”. La Madre Teresa pronto abrió un hogar para aquellos que sufrían la enfermedad de Hansen, comúnmente conocida como lepra, y llamó el hospicio Shanti Nagar (Ciudad de Paz). Las Misioneras de la Caridad también establecieron varias clínicas de tratamiento de lepra en todo Calcuta, proveyendo medicinas, vendas y alimento. A medida que las Misioneras de la Caridad recibían creciente número de niños perdidos, la Madre Teresa sintió la necesidad de crear un hogar para ellos. En 1955 ella abrió el Nórmala Shishu Vahaban, el Hogar de Niños del Inmaculado Corazón, como un refugio para los jóvenes huérfanos y sin hogar.

La orden pronto comenzó a atraer tanto personal como donaciones de caridad, y alrededor de 1960 había abierto hospicios, orfanatos, y casas para los leprosos en toda la India. La Madre Teresa luego extendió la orden a través de todo el mundo. Su primera casa fuera de la India se abrió en Venezuela en 1965 con cinco hermanas. Siguieron otras en Roma, Tanzania, y Austria en 1968; durante la época de los 70 la orden abrió casas y fundaciones en una docena de países en Asia, África, Europa, y los Estados Unidos. Como resultado, en 1979 ella ganó el Premio Nóbel de la Paz por su labor humanitaria.

A tiempo de su muerte, en abril de 1996, las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa tenían más de 4.000 hermanas, una hermandad asociada de 300 miembros, y más de 100.000 voluntarios laicos, llevando adelante 610 misiones en 123 países. Estos incluían hospicios y hogares para gente con VIH/SIDA, lepra y tuberculosis, comedores populares, programas de consejería para la niñez y la familia, orfanatos, y escuelas. Ella tenía 87 años cuando falleció.

También fue criticada por su opinión sobre el sufrimiento: De acuerdo a un artículo en el Informe de Alberta, ella sentía que el sufrimiento podría acercar a la gente a Jesús.

Una observación interesante acerca de la Madre Teresa
Aunque Teresa tenía ciertos aspectos que podríamos cuestionar doctrinalmente, su aporte a la historia de la iglesia no puede ser negado. Debido a su voluntad para responder el llamado para ayudar a los pobres, innumerable cantidad de personas han experimentado el amor de Cristo en una manera práctica. Mientras estudiaba la vida de la Madre Teresa, una de las cosas que me pareció sorprendente fue cuánto luchó con la frustración. Al estudiar su vida surgió la pregunta ¿cómo puede alguien que ha hecho tanto por la historia del cristianismo estar tan frustrada, insatisfecha y muchas veces confundida?

“Dios por favor perdóname cuando trato de elevar mis pensamientos al cielo –hay tal vacío de convicción que esos mismos pensamientos regresan como cuchillos afilados y me hieren el alma. Se me ha dicho que Dios me ama y sin embargo, la realidad de la oscuridad, el frío y el vacío es tan grande que nada toca mi alma. ¿Cometí un error al rendirme ciegamente al llamado del sagrado corazón?

“No ser querido, no ser amado, no ser cuidado, y olvidado por todos. Creo que esa es un hambre mucho mayor, una pobreza mucho mayor que la persona que no tiene nada que comer”.

“Nunca dejes a nadie venir a ti si no va a irse mejor y más feliz. Sé la expresión viva de la bondad de Dios; bondad en tu rostro, bondad en tus ojos, bondad en tu sonrisa”.

“No estoy segura exactamente como será el cielo, pero sí se que cuando muramos y venga el tiempo cuando Dios nos juzgue, Él no va a preguntar: ¿Cuántas cosas buenas has hecho en tu vida?, al contrario, Él preguntará: ¿Cuánto AMOR pusiste en lo que hiciste?”

Frustración en la Biblia
He aquí algunas citas bíblicas referentes a la frustración bíblica:

Marta sintiendo frustración cuando intenta servir. Lucas 10:38-42.- “Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”. Marta estaba frustrada haciendo la voluntad de Dios y Jesús tuvo que poner esa frustración en perspectiva.

NOS FRUSTRAMOS CUANDO TRATAMOS DE GANAR EL FAVOR DE DIOS CON BUENAS OBRAS.

Pablo aprendiendo a contentarse en cada situación. Filipenses 4:11-13.- “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

NOS FRUSTRAMOS CUANDO NO APRENDEMOS CÓMO AGRADECER EN CADA SITUACION.

Pedro estaba frustrado cuando su debilidad en la fe fue revelada. Juan 21:15-17.-
“Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas”.

NOS FRUSTRAMOS CUANDO DESCUBRIMOS ALGO EN NUESTRO CARÁCTER QUE DESEARÍAMOS QUE NO ESTUVIERA AHÍ.

Los discípulos estando confundidos acerca del propósito de la resurrección de Jesús. Hechos 1:6-7.- “Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad”. Los discípulos estaban confundidos y frustrados cuando Cristo no hizo lo que ellos esperaban que El hiciera.

NOS FRUSTRAMOS CUANDO CRISTO NO HACE LO QUE CREEMOS QUE DEBERÍA HACER.

¿Qué es la frustración bíblica?
Antes que nada es importante que definamos qué es la frustración bíblica. La frustración bíblica es una frustración positiva experimentada por una persona al intentar cumplir la voluntad de Dios. Es la resistencia que una persona enfrenta cuando está haciendo la voluntad de Dios.

• La frustración bíblica es algo positivo. Aunque nos frustre, la frustración bíblica muchas veces puede ser algo bueno porque nos obliga a examinar lo que estamos haciendo. La pregunta que surge es: “¿Realmente estoy agradando a Dios con lo que hago?” Este tipo de pregunta sólo puede ser respondida cuando nos acercarnos más al Padre. Cada vez que te acercas más al Padre te fortaleces. Tiene lugar una especie de búsqueda del alma.

• La frustración bíblica generalmente ocurre cuando una persona intenta hacer la voluntad de Dios. Aquellos que no tratan de hacer la voluntad de Dios no van a experimentar la frustración bíblica, porque no les interesa lo que Dios piensa acerca de lo que hacen. La frustración bíblica ocurre generalmente con las personas cuya mayor preocupación es agradar al Padre. Mientras más una persona trata de hacer la voluntad de Dios, más va a examinar sus motivaciones.

• La frustración bíblica tiene lugar cuando se descubre que existen áreas en nuestra vida que tienen que ser ajustadas desde la perspectiva celestial. Nuestra vida espiritual es como un reloj de bolsillo. Un reloj de bolsillo no tiene batería. Es uno que necesita cuerda dos veces al día de modo que pueda mantener la hora correcta. Si no se hace eso, es muy probable que el reloj vaya a estar atrasado y necesite ser sincronizado nuevamente. Lo mismo sucede en nuestras vidas. Si no nos sincronizamos con la perspectiva celestial del Padre corremos el riesgo de estar fuera de tono y no saberlo.

• La frustración bíblica nos obliga a depender de Dios. Lo más frustrante acerca de la frustración bíblica es que cualquiera en cualquier tiempo puede estar fuera de tono con el Padre. Nadie es inmune. El único factor redentor acerca de la situación es que nos hace totalmente dependientes de Dios. Él es el único que puede darle valor a lo que estamos haciendo. Él es el único que puede asegurarnos de que estamos agradándolo. Él es el único que puede darnos la paz que estamos buscando mientras tratamos de hacer lo que Él desea para nosotros.

Mis observaciones personales sobre la frustración bíblica
Una de las razones por las que estamos estudiando estos 8 diferentes héroes de la fe en la historia de la iglesia, es para que podamos aprender principios que puedan ser aplicados a nuestra vida personal. A continuación se indican algunos principios que he descubierto al estudiar la vida de la Madre Teresa:

La resistencia no es una señal de que una persona no está haciendo la voluntad de Dios. Muchas personas cometen el error de pensar de que si hay resistencia es que ellos están haciendo algo mal, pero muchas veces es exactamente lo opuesto. Cuando estamos haciendo la voluntad de Dios, vamos a experimentar la mayor oposición del enemigo. Sólo piensa en esto: si no estamos haciendo la voluntad de Dios, ¿por qué nos resistiría el diablo? El hijo de Dios que es maduro debería estar en condición de ver la diferencia entre la resistencia del enemigo y la resistencia porque uno no está haciendo la voluntad de Dios. ¿Cuál es la diferencia? La resistencia cuando uno está haciendo la voluntad de Dios tiene la asistencia de la gracia de Dios.

La frustración bíblica a menudo llega cuando usted trata de ayudar a personas que ha sido heridas. Si usted piensa en ello, en las veces que ha tratado de ayudar de mejor manera a la gente, probablemente también ha experimentado una gran dosis de frustración. La razón de esto es porque las personas heridas hieren a otras personas. La verdad del asunto es que una de las cosas más difíciles que usted alguna vez va a hacer es tratar de ayudar a otras personas. Va a obligarle a examinar sus motivaciones constantemente. Va a obligarle a vivir en amor más allá de lo que sus pensamientos le permitan. Va a desafiarle en áreas en las que usted pensó que no serían problema. Va a obligarle a ser cada vez más conforme a la imagen de Cristo.

La gente siempre le va a criticar cuando intente hacer lo correcto. Prepárese para ser criticado y malentendido. En mi vida nunca he sido tan criticado por hacer lo correcto como cuando tomé la decisión de hacer activamente la voluntad de Dios. Prepárese porque la gente no lo va a entender. Eso está bien. Usted está mejor con la confirmación del único que realmente importa, su Padre celestial.

La frustración bíblica a menudo motiva a que una persona se examine y examine sus motivaciones. Cuando una persona está frustrada, generalmente la pregunta subyacente es “¿Por qué estoy tan frustrado?” La frustración obliga a que una persona examine sus acciones, se examine a sí misma y sus motivaciones. La conclusión no siempre es la que nos gusta escuchar, sino el deseo de tener la satisfacción de que Dios está complacido con nosotros; es más que un factor de motivación que la disconformidad que podamos experimentar.

La frustración bíblica sucede cuando las necesidades parecen ser mayores que los recursos para satisfacer esas necesidades. Finalmente, he notado que la frustración a menudo viene cuando las necesidades parecen ser abrumadoramente más grandes que los recursos para satisfacer esas necesidades. Siempre existirán necesidades y no todas pueden ser satisfechas. No se frustre en su incapacidad de ser Dios. Haga lo que pueda y lo que Dios le ha capacitado para poder hacer, y déjele a Él hacer el resto.

¿Cómo saber que estás agradando a Dios?

En la última parte de esta sección me gustaría proveerle de algunas cosas para ayudarle a lidiar con la frustración bíblica, y aproximarse a responder la pregunta sobre si está agradando a Dios.

1) Recuerde constantemente que no es aceptado por lo que usted hace por Dios, sino por quién es Dios para usted – Efesios 2:12-13 “En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo”. Una manera segura para llegar a frustrarse con Dios es preguntarse si lo que está haciendo es suficiente. La verdad del asunto es que Dios no te acepta en base a lo que haces, sino en base a quién eres. Usted es aceptado por el Padre porque usted es un hijo de Dios, no porque hace buenas obras. La manera de pensar es no tratar de hacer buenas obras para que Dios le acepte. La idea correcta es que yo ya soy aceptado para siempre, así que ahora haré buenas obras porque yo le amo a Él.

2) Descansa en la gracia de Dios en medio de la resistencia – Marcos 16:19 “Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían”. Asegúrese de reconocer la diferencia entre la resistencia que viene de Dios y la del enemigo. La resistencia que viene de Dios está acompañada con la gracia de Dios. Es como si Dios estuviera ahí trabajando con usted. No significa que es trabajo, pero lo que quiere decir es que hay una ayuda de poder mientras hace algo. Es como si Dios estuviera trabajando con usted.

3) Llegue a la conclusión de la pregunta sobre Dios “¿Dios se agrada de mí?” La pregunta que ha plagado el cristianismo por cientos de años es la pregunta “¿Dios se agrada de mí?” Si no puede dar un “sí” rotundo, entonces sugeriría que haga un alto en su jornada para encontrar la respuesta. Le voy a ayudar en su jornada dándole un pequeño consejo. Debe comenzar empleando un tiempo para estar a solas con Dios. La Biblia nos dice que la respuesta a esta pregunta es sí, pero que nosotros también debemos llegar a la certeza en nuestras almas de que esa respuesta es sí también. Si no lo hacemos siempre vamos a estar frustrados tratando de trabajar para Dios.

Conclusión: La frustración puede ser su amiga porque hace que examine lo que está haciendo. Todo auto examen debiera finalmente guiarle nuevamente al Padre. Uno no puede descubrir quién es o para qué ha sido llamado sin É