miércoles, 5 de marzo de 2008

Amando a un Dios de confusión

Amando a Dios por quién es Él
“8 Revelaciones que cambiarán su concepto de quién es el Padre”
Lección #4: Amando a un Dios de confusión
Introducción: Desde hace algunas semanas atrás que continuamos con nuestro estudio de las 8 revelaciones que cambiarán nuestro concepto de quién es el Padre, al mirar a otra persona en la historia de la iglesia, el teólogo danés Soren Kierkegaard. Hemos aprendido que Kierkegaard aprendió que Dios es un Dios que nos obliga a ser nosotros mismos. Mientras más te acercas a Él, más profundamente avanzarás en el proceso de autodescubrirte y convertirte en la persona que Dios quiere que seas. Ahora vamos a ver a otra persona en la historia de la iglesia, la Madre Teresa, y vamos a encontrar la revelación que ella descubrió al amar a un Dios de confusión.

Un poco de historia acerca de la Madre Teresa
Agnes Gonxha Bojaxhiu nació el 26 de Agosto de 1910, en Skopje, actualmente lo que es la República de Macedonia. Era la menor de los hijos de una familia albanesa de Shkoder, Nikola y Drane Bojaxhiu. Nikola, su padre, estaba involucrado en la política y dedicado a la Causa Albanesa. Después de una reunión política él cayó enfermo y murió cuando Agnes tenía alrededor de ocho años. Después de la muerte de su padre, su madre la educó como católica romana. De acuerdo a una biografía de Joan Graff Clucas, en sus primeros años Agnes estaba fascinada por historias de la vida y servicio de misioneros, y a la edad de 12 años estaba convencida de que debía entregarse a la vida religiosa. Dejó su hogar a los 18 años para unirse a las Hermanas de Loreto como misionera. Nunca más vio a su madre ni a su hermana.

Agnes inicialmente fue a la Abadía de Loreto en Rathfarnham, Irlanda para aprender inglés, el idioma que las Hermanas de Loreto usaban para enseñar en la escuela a los niños de la India. Llegó a la India en 1929, y comenzó su noviciado en Darjeeling, cerca de las montañas del Himalaya. Tomó sus primeros votos religiosos como monja el 24 de Mayo de 1931. En esa oportunidad ella escogió el nombre de Teresa por Santa Teresa de Lisieux, la santa patrona de los misioneros. Ella tomó sus votos solemnes el 14 de Mayo de 1937, mientras servía como profesora en la escuela del convento de Loreto, al este de Calcuta.

Aunque Teresa disfrutaba enseñando en la escuela, ella estaba cada vez más perturbada por la pobreza que le rodeaba en Calcuta. Una hambruna en 1943 trajo miseria y muerte a la ciudad; y el estallido de la violencia Indo/Musulmana en agosto de 1946 sumergió a la ciudad en la desesperación y el horror.

La llamada dentro de la llamada
El 10 de Septiembre de 1946, Teresa experimentó lo que más tarde describió como “la llamada dentro de la llamada” cuando estaba viajando al convento de Loreto en Darjeeling para su retiro anual.

“Tenía que dejar el convento y ayudar a los pobres viviendo con ellos. Era una orden. El no obedecer hubiera sido quebrantar la fe”.

Comenzó su trabajo misionero con los pobres en 1948, reemplazando su hábito tradicional de Loreto con una simple chira de algodón decorada con un ribete azul, y luego aventurándose en los barrios bajos. Inicialmente comenzó una escuela en Motijhil; y en poco tiempo se dedicó a atender las necesidades de los destituidos y hambrientos. Sus esfuerzos rápidamente captaron la atención de miembros del gobierno de la India, incluyendo el Primer Ministro, quien expresó su aprecio.

Aunque Teresa estaba haciendo lo que ella creía que era la voluntad de Dios, su primer año estuvo plagado de dificultades. No tenía ingresos y tuvo que recurrir a mendigar alimento y suministros. Teresa experimentó la duda, soledad y la tentación de regresar a la comodidad de la vida del convento durante estos primeros meses.

“Nuestro Señor quiere que yo sea una monja libre cubierta con la pobreza de la cruz. Hoy aprendí una buena lección. La pobreza de los pobres debe ser tan difícil para ellos. Mientras buscaba una casa caminé y caminé hasta que mis brazos y piernas me dolieron. Pensé en cuanto les debe doler a ellos el cuerpo y el alma al buscar un hogar, alimento y salud. Luego la comodidad de Loreto (su anterior orden) vino a tentarme. ‘Solo tienes que decir la palabra y todo eso será tuyo nuevamente’, continuó diciendo el tentador…Por libre elección, mi Dios, y por amor a ti, deseo permanecer y hacer lo que esté en tu Santa voluntad por mi parte. No dejé caer una sola lágrima”.

Teresa recibió el permiso del Vaticano el 7 de Octubre de 1950 para comenzar la congregación diocesana que se convertiría en las Misioneras de la Caridad. Su misión era la de cuidar, en sus propias palabras:

“a los hambrientos, los desnudos, los que no tienen hogar, los lisiados, los leprosos, todos aquellos que se sientan despreciados, no amados, abandonados por la sociedad en general, la gente que se ha convertido en una carga para la sociedad y que es evitada por todos”.

Comenzó como una pequeña orden con 13 miembros en Calcuta; en la actualidad tiene más de 4.000 monjas dirigiendo orfanatos, hospicios de SIDA, y centros de caridad en todo el mundo, y cuidando a los refugiados, los ciegos, discapacitados, ancianos, alcohólicos, los pobres y sin hogar, y las víctimas de inundaciones, epidemias y hambruna. En 1952 la Madre Teresa inauguró el primer Hogar para los Moribundos en un espacio cedido por la ciudad de Calcuta. Con la ayuda de oficiales del gobierno de la India ella convirtió un templo Hindú abandonado en el Hogar Kalighat para los Moribundos, un hospedaje gratis para los pobres. Ella lo rebautizó Kalighat, el Hogar del Corazón Puro (Nirmal Hriday). Aquellos que eran traídos al hogar recibían atención médica y se les permitía la oportunidad de morir con dignidad, de acuerdo a los rituales de su fe; a los musulmanes se les leía el Corán, los hindús recibían agua del Ganges, y los católicos recibían la Extremaunción. “Una muerte bella”, decía ella, “es para la gente que vivió como animal para morir como ángel: amada y querida”. La Madre Teresa pronto abrió un hogar para aquellos que sufrían la enfermedad de Hansen, comúnmente conocida como lepra, y llamó el hospicio Shanti Nagar (Ciudad de Paz). Las Misioneras de la Caridad también establecieron varias clínicas de tratamiento de lepra en todo Calcuta, proveyendo medicinas, vendas y alimento. A medida que las Misioneras de la Caridad recibían creciente número de niños perdidos, la Madre Teresa sintió la necesidad de crear un hogar para ellos. En 1955 ella abrió el Nórmala Shishu Vahaban, el Hogar de Niños del Inmaculado Corazón, como un refugio para los jóvenes huérfanos y sin hogar.

La orden pronto comenzó a atraer tanto personal como donaciones de caridad, y alrededor de 1960 había abierto hospicios, orfanatos, y casas para los leprosos en toda la India. La Madre Teresa luego extendió la orden a través de todo el mundo. Su primera casa fuera de la India se abrió en Venezuela en 1965 con cinco hermanas. Siguieron otras en Roma, Tanzania, y Austria en 1968; durante la época de los 70 la orden abrió casas y fundaciones en una docena de países en Asia, África, Europa, y los Estados Unidos. Como resultado, en 1979 ella ganó el Premio Nóbel de la Paz por su labor humanitaria.

A tiempo de su muerte, en abril de 1996, las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa tenían más de 4.000 hermanas, una hermandad asociada de 300 miembros, y más de 100.000 voluntarios laicos, llevando adelante 610 misiones en 123 países. Estos incluían hospicios y hogares para gente con VIH/SIDA, lepra y tuberculosis, comedores populares, programas de consejería para la niñez y la familia, orfanatos, y escuelas. Ella tenía 87 años cuando falleció.

También fue criticada por su opinión sobre el sufrimiento: De acuerdo a un artículo en el Informe de Alberta, ella sentía que el sufrimiento podría acercar a la gente a Jesús.

Una observación interesante acerca de la Madre Teresa
Aunque Teresa tenía ciertos aspectos que podríamos cuestionar doctrinalmente, su aporte a la historia de la iglesia no puede ser negado. Debido a su voluntad para responder el llamado para ayudar a los pobres, innumerable cantidad de personas han experimentado el amor de Cristo en una manera práctica. Mientras estudiaba la vida de la Madre Teresa, una de las cosas que me pareció sorprendente fue cuánto luchó con la frustración. Al estudiar su vida surgió la pregunta ¿cómo puede alguien que ha hecho tanto por la historia del cristianismo estar tan frustrada, insatisfecha y muchas veces confundida?

“Dios por favor perdóname cuando trato de elevar mis pensamientos al cielo –hay tal vacío de convicción que esos mismos pensamientos regresan como cuchillos afilados y me hieren el alma. Se me ha dicho que Dios me ama y sin embargo, la realidad de la oscuridad, el frío y el vacío es tan grande que nada toca mi alma. ¿Cometí un error al rendirme ciegamente al llamado del sagrado corazón?

“No ser querido, no ser amado, no ser cuidado, y olvidado por todos. Creo que esa es un hambre mucho mayor, una pobreza mucho mayor que la persona que no tiene nada que comer”.

“Nunca dejes a nadie venir a ti si no va a irse mejor y más feliz. Sé la expresión viva de la bondad de Dios; bondad en tu rostro, bondad en tus ojos, bondad en tu sonrisa”.

“No estoy segura exactamente como será el cielo, pero sí se que cuando muramos y venga el tiempo cuando Dios nos juzgue, Él no va a preguntar: ¿Cuántas cosas buenas has hecho en tu vida?, al contrario, Él preguntará: ¿Cuánto AMOR pusiste en lo que hiciste?”

Frustración en la Biblia
He aquí algunas citas bíblicas referentes a la frustración bíblica:

Marta sintiendo frustración cuando intenta servir. Lucas 10:38-42.- “Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”. Marta estaba frustrada haciendo la voluntad de Dios y Jesús tuvo que poner esa frustración en perspectiva.

NOS FRUSTRAMOS CUANDO TRATAMOS DE GANAR EL FAVOR DE DIOS CON BUENAS OBRAS.

Pablo aprendiendo a contentarse en cada situación. Filipenses 4:11-13.- “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

NOS FRUSTRAMOS CUANDO NO APRENDEMOS CÓMO AGRADECER EN CADA SITUACION.

Pedro estaba frustrado cuando su debilidad en la fe fue revelada. Juan 21:15-17.-
“Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas”.

NOS FRUSTRAMOS CUANDO DESCUBRIMOS ALGO EN NUESTRO CARÁCTER QUE DESEARÍAMOS QUE NO ESTUVIERA AHÍ.

Los discípulos estando confundidos acerca del propósito de la resurrección de Jesús. Hechos 1:6-7.- “Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad”. Los discípulos estaban confundidos y frustrados cuando Cristo no hizo lo que ellos esperaban que El hiciera.

NOS FRUSTRAMOS CUANDO CRISTO NO HACE LO QUE CREEMOS QUE DEBERÍA HACER.

¿Qué es la frustración bíblica?
Antes que nada es importante que definamos qué es la frustración bíblica. La frustración bíblica es una frustración positiva experimentada por una persona al intentar cumplir la voluntad de Dios. Es la resistencia que una persona enfrenta cuando está haciendo la voluntad de Dios.

• La frustración bíblica es algo positivo. Aunque nos frustre, la frustración bíblica muchas veces puede ser algo bueno porque nos obliga a examinar lo que estamos haciendo. La pregunta que surge es: “¿Realmente estoy agradando a Dios con lo que hago?” Este tipo de pregunta sólo puede ser respondida cuando nos acercarnos más al Padre. Cada vez que te acercas más al Padre te fortaleces. Tiene lugar una especie de búsqueda del alma.

• La frustración bíblica generalmente ocurre cuando una persona intenta hacer la voluntad de Dios. Aquellos que no tratan de hacer la voluntad de Dios no van a experimentar la frustración bíblica, porque no les interesa lo que Dios piensa acerca de lo que hacen. La frustración bíblica ocurre generalmente con las personas cuya mayor preocupación es agradar al Padre. Mientras más una persona trata de hacer la voluntad de Dios, más va a examinar sus motivaciones.

• La frustración bíblica tiene lugar cuando se descubre que existen áreas en nuestra vida que tienen que ser ajustadas desde la perspectiva celestial. Nuestra vida espiritual es como un reloj de bolsillo. Un reloj de bolsillo no tiene batería. Es uno que necesita cuerda dos veces al día de modo que pueda mantener la hora correcta. Si no se hace eso, es muy probable que el reloj vaya a estar atrasado y necesite ser sincronizado nuevamente. Lo mismo sucede en nuestras vidas. Si no nos sincronizamos con la perspectiva celestial del Padre corremos el riesgo de estar fuera de tono y no saberlo.

• La frustración bíblica nos obliga a depender de Dios. Lo más frustrante acerca de la frustración bíblica es que cualquiera en cualquier tiempo puede estar fuera de tono con el Padre. Nadie es inmune. El único factor redentor acerca de la situación es que nos hace totalmente dependientes de Dios. Él es el único que puede darle valor a lo que estamos haciendo. Él es el único que puede asegurarnos de que estamos agradándolo. Él es el único que puede darnos la paz que estamos buscando mientras tratamos de hacer lo que Él desea para nosotros.

Mis observaciones personales sobre la frustración bíblica
Una de las razones por las que estamos estudiando estos 8 diferentes héroes de la fe en la historia de la iglesia, es para que podamos aprender principios que puedan ser aplicados a nuestra vida personal. A continuación se indican algunos principios que he descubierto al estudiar la vida de la Madre Teresa:

La resistencia no es una señal de que una persona no está haciendo la voluntad de Dios. Muchas personas cometen el error de pensar de que si hay resistencia es que ellos están haciendo algo mal, pero muchas veces es exactamente lo opuesto. Cuando estamos haciendo la voluntad de Dios, vamos a experimentar la mayor oposición del enemigo. Sólo piensa en esto: si no estamos haciendo la voluntad de Dios, ¿por qué nos resistiría el diablo? El hijo de Dios que es maduro debería estar en condición de ver la diferencia entre la resistencia del enemigo y la resistencia porque uno no está haciendo la voluntad de Dios. ¿Cuál es la diferencia? La resistencia cuando uno está haciendo la voluntad de Dios tiene la asistencia de la gracia de Dios.

La frustración bíblica a menudo llega cuando usted trata de ayudar a personas que ha sido heridas. Si usted piensa en ello, en las veces que ha tratado de ayudar de mejor manera a la gente, probablemente también ha experimentado una gran dosis de frustración. La razón de esto es porque las personas heridas hieren a otras personas. La verdad del asunto es que una de las cosas más difíciles que usted alguna vez va a hacer es tratar de ayudar a otras personas. Va a obligarle a examinar sus motivaciones constantemente. Va a obligarle a vivir en amor más allá de lo que sus pensamientos le permitan. Va a desafiarle en áreas en las que usted pensó que no serían problema. Va a obligarle a ser cada vez más conforme a la imagen de Cristo.

La gente siempre le va a criticar cuando intente hacer lo correcto. Prepárese para ser criticado y malentendido. En mi vida nunca he sido tan criticado por hacer lo correcto como cuando tomé la decisión de hacer activamente la voluntad de Dios. Prepárese porque la gente no lo va a entender. Eso está bien. Usted está mejor con la confirmación del único que realmente importa, su Padre celestial.

La frustración bíblica a menudo motiva a que una persona se examine y examine sus motivaciones. Cuando una persona está frustrada, generalmente la pregunta subyacente es “¿Por qué estoy tan frustrado?” La frustración obliga a que una persona examine sus acciones, se examine a sí misma y sus motivaciones. La conclusión no siempre es la que nos gusta escuchar, sino el deseo de tener la satisfacción de que Dios está complacido con nosotros; es más que un factor de motivación que la disconformidad que podamos experimentar.

La frustración bíblica sucede cuando las necesidades parecen ser mayores que los recursos para satisfacer esas necesidades. Finalmente, he notado que la frustración a menudo viene cuando las necesidades parecen ser abrumadoramente más grandes que los recursos para satisfacer esas necesidades. Siempre existirán necesidades y no todas pueden ser satisfechas. No se frustre en su incapacidad de ser Dios. Haga lo que pueda y lo que Dios le ha capacitado para poder hacer, y déjele a Él hacer el resto.

¿Cómo saber que estás agradando a Dios?

En la última parte de esta sección me gustaría proveerle de algunas cosas para ayudarle a lidiar con la frustración bíblica, y aproximarse a responder la pregunta sobre si está agradando a Dios.

1) Recuerde constantemente que no es aceptado por lo que usted hace por Dios, sino por quién es Dios para usted – Efesios 2:12-13 “En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo”. Una manera segura para llegar a frustrarse con Dios es preguntarse si lo que está haciendo es suficiente. La verdad del asunto es que Dios no te acepta en base a lo que haces, sino en base a quién eres. Usted es aceptado por el Padre porque usted es un hijo de Dios, no porque hace buenas obras. La manera de pensar es no tratar de hacer buenas obras para que Dios le acepte. La idea correcta es que yo ya soy aceptado para siempre, así que ahora haré buenas obras porque yo le amo a Él.

2) Descansa en la gracia de Dios en medio de la resistencia – Marcos 16:19 “Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían”. Asegúrese de reconocer la diferencia entre la resistencia que viene de Dios y la del enemigo. La resistencia que viene de Dios está acompañada con la gracia de Dios. Es como si Dios estuviera ahí trabajando con usted. No significa que es trabajo, pero lo que quiere decir es que hay una ayuda de poder mientras hace algo. Es como si Dios estuviera trabajando con usted.

3) Llegue a la conclusión de la pregunta sobre Dios “¿Dios se agrada de mí?” La pregunta que ha plagado el cristianismo por cientos de años es la pregunta “¿Dios se agrada de mí?” Si no puede dar un “sí” rotundo, entonces sugeriría que haga un alto en su jornada para encontrar la respuesta. Le voy a ayudar en su jornada dándole un pequeño consejo. Debe comenzar empleando un tiempo para estar a solas con Dios. La Biblia nos dice que la respuesta a esta pregunta es sí, pero que nosotros también debemos llegar a la certeza en nuestras almas de que esa respuesta es sí también. Si no lo hacemos siempre vamos a estar frustrados tratando de trabajar para Dios.

Conclusión: La frustración puede ser su amiga porque hace que examine lo que está haciendo. Todo auto examen debiera finalmente guiarle nuevamente al Padre. Uno no puede descubrir quién es o para qué ha sido llamado sin É

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